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17CORPORATIVOCuando estamos en el d%u00eda a d%u00eda, la rutina nos envuelve y aceptamos la realidad diaria como la %u00fanica forma de ver el mundo.Pasamos varios a%u00f1os pensando que la manera en la que hacemos las cosas es la m%u00e1s adecuada, muchas veces sin cuestionarnos si existen otros m%u00e9todos, herramientas o procesos. Entonces, encontramos un lugar en el universo que es muy peligroso: la zona de confort. Ese oscuro espacio, donde muchas veces llegamos como invitados y que otras veces buscamos como un lugar seguro o de alivio, puede convertirse en nuestra tumba en vida. No hay peor circunstancia para un ser humano que dejar de moverse.Quedarse quieto es un riesgo, sobre todo a nivel empresarial. Los mercados, las costumbres, el clima, la gente, la tecnolog%u00eda, absolutamente todo est%u00e1 en constante cambio. Nuestra subsistencia depende de la capacidad que tengamos de cambiar y adaptarnos a nuestro entorno: eso es evolucionar. Entender la evoluci%u00f3n como la %u00fanica manera de subsistir es todo un reto. Tenemos que cuestionar nuestra forma de pensar y percibir el mundo, muchas veces rompiendo con paradigmas y miedos.En el camino nos preguntamos tantas cosas, entre ellas si estamos tomando el rumbo %u00f3ptimo, si estamos avanzando adecuadamente, si estamos actuando en pro de nuestro futuro, incluso dudamos si es justo o correcto lo que estamos haciendo (es decir, nuestra moral y nuestra %u00e9tica). La evoluci%u00f3n es un largo proceso de aceptaci%u00f3n de los cambios y modificaciones que debemos aplicar a nuestra personalidad y c%u00f3mo respondemos a nuestras circunstancias.Muchas veces, todos estos cuestionamientos surgen a ra%u00edz de un cambio abrupto. Por ejemplo, cambiar de trabajo o residencia, o bien, alguna crisis que se presente en nuestro entorno. Incluso, situaciones como la salud o cuestiones econ%u00f3micas nos pueden hacer reflexionar y finalmente llevarnos a evolucionar.Getty ImagesTanto en la vida personal como en la empresarial, los cambios abruptos son oportunidades para adaptarnos a las circunstancias y cuestionarnos la manera en la que concebimos al mundo. De eso se trata evolucionar: subsistir con base en la reflexi%u00f3n y estar preparado para lo que se presente.